¿Cómo se da el proceso de tener un sueño de la infancia a cumplirlo y sobrepasarlo, hasta narrar tres Super Bowls en una cadena televisiva internacional? Carlos Rosado, ex Azteca de futbol americano, lo puntualizó en una conferencia para estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
Desde niño, Carlos soñó con jugar futbol americano profesionalmente, para ello se estableció objetivos a corto plazo: el irse preparando en lo físico, creciendo como atleta y subiendo de categoría (infantil, juvenil y mayor). Cuando arribó a la Tribu Verde, tuvo la oportunidad de hacer un intercambio académico a Texas Christian University en Estados Unidos, ahí se integró al equipo de TCU Horned Frogs para entrenar, donde se dio cuenta que ser la estrella en los Aztecas de la UDLAP era insuficiente estando en un equipo de NCAA División 1. “Cuando llegué allá me di cuenta de que me faltaba mucho, empecé a ver a todos los jugadores y (yo) era el que menos levantaba en el gimnasio, quizá era de los más lentos, entonces me puse entrenar”.
Esto acabo dándole la pauta para subir la cuesta, se convirtió en un elemento importante para el tricampeonato de los Aztecas en 1995, 1996 y 1997, fue el segundo mexicano en jugar en la NFL Europa por siete temporadas y fue invitado al training camp de los Jets de Nueva York en 2003. Hoy su sueño lo llevó a convertirse en un analista para Fox Sports, estando en el equipo de conductores de los partidos de temporada regular de la NFL frecuentemente y narrar tres Super Bowls.
Todo lo anterior Carlos Rosado narró a detalle en una conferencia con estudiantes de la UDLAP a distancia, cuyo objetivo era ejemplificarles que todo sueño lleva un proceso de preparación para alcanzarlo: primero de alentarse a salir a una aventura, no quedarse en la zona de confort, aunque sea en lo más mínimo o en puntos de la vida donde arriesgar no signifique mucho. “(Si) me levanto a la 7 de la mañana, porqué no a las 5 y me pongo a hacer ejercicio, a meditar, leer un libro o a estudiar”, expresó.
Un segundo paso es pensar que ‘El éxito es un proceso’, el cual inicia marcando el objetivo claro de dónde se quiere llegar, para después establecer un plan de ataque con metas a corto y mediano plazo, que se convierte en una motivación para seguir adelante y continúa al enamorarse de la repetición para seguir fortificándose hasta conseguirlo. En ese inter, el ex Azteca habló de un rasgo de la humanidad: el miedo, ya sea al fracaso, a la derrota, a ser uno mismo, a tomar decisiones o a otros temas, varias veces provocado por cuestiones mentales de la persona misma; a lo cual el otrora receptor animó a acrecentar un sueño para que éste sea más grande que el temor.
Hacia el final de la conversación con estudiantes de la UDLAP, el antiguo miembro de la Tribu Verde refirió a cuando las cosas van mal, replicando que en ese momento preciso surgen dos caminos: darse por vencido como decenas de personas o trabajar más para contrarrestar el mal tiempo, aprender de los errores y construirse de nuevo para seguir en la carrera del anhelo, como él cuando llegó a los TCU Horned Frogs.
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