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MIGUEL ÁNGEL GARCÍA: UN ÚLTIMO REGRESO A LAS CANCHAS.

Miguel Ángel García, capitán del equipo de rugby de la IBERO Puebla, se despide dejando su corazón en la cancha estos INTERSUJ 2022

El pasado 7 de noviembre se llevó a cabo el primer partido de rugby dentro de los Juegos Deportivos INTERSUJ 2022, los cuales fueron suspendidos por dos años debido a la pandemia. Esta jornada también significa la despedida del capitán Miguel Ángel “Cuyo” García, quien está a punto de graduarse.

La historia de Cuyo en este deporte se remonta a su preparatoria, donde jugaba fútbol americano con su mejor amigo. Al entrar a la IBERO Puebla, ambos se retiraron de este deporte ante la falta de equipo. Fue su amigo quien lo animó a inscribirse al entonces taller de rugby de reciente creación. Pasó un tiempo para que el grupo se convirtiera en el equipo representativo que es ahora.

Cuyo no solo estuvo desde los inicios del equipo, también llegó a formar parte de la Selección Nacional de Rugby. Durante los tres años en los que estuvo atravesó ciertas dificultades para balancear su vida académica con la deportiva. Cuenta que al inicio no recibió tanto apoyo por parte de la Universidad, pues este deporte no es muy conocido en México. “A lo mejor si hubiera sido de futbol si te dan todo el apoyo del mundo, ¿no?”, resaltó.

Con el paso del tiempo obtuvo un mayor respaldo académico, principalmente en relación a sus faltas al tener que asistir a partidos, ya que las ausencias llegaron a afectar sus calificaciones. Se dio cuenta de la dedicación que esta disciplina demanda no sólo es física, pues también conlleva el esfuerzo darla a conocer.

Después de superar estos obstáculos, Cuyo encontró un balance entre las dos parcelas de su vida como se vio reflejado en este primer partido, donde Puebla obtuvo la victoria contra Ciudad de México con un marcador de 31-14, con dos try anotados por Miguel Ángel. El capitán comenta que se siente satisfecho por haber ganado, pero que todavía se pueden evitar errores “que no debieron haber sucedido”.

Las predicciones del jugador para los siguientes partidos se resumen en una frase: “no confiarnos”, señaló. Y así lo hicieron al día siguiente en su juego contra León, donde nuevamente quedaron victoriosos, esta vez con un marcador de 38-0.

El ambiente en ambos partidos fue estremecedor, tanto por la porra estudiantil de los equipos como por los gritos de los padres de familia que vinieron a apoyar a sus hijos. Entre ellos estaba Enrique Solórzano, padre de Santiago Solor, con camiseta 11, quien resaltó el bonito ambiente de hermandad que se sintió a lo largo del juego, con tambores, gritos y carteles que mostraban apoyo al equipo.

Cuyo cuenta que esta aura de hermandad la ha sentido ahora más que nunca por parte de sus compañeros, quienes incluso le piden reprobar una materia para que siga jugando con ellos. Y aunque llega a ser un evento melancólico, expresa su felicidad por poder despedirse de su equipo, en su casa.

Inesperadamente, el rugby, no se encuentra en los planes a futuro de Miguel Ángel, pues afirma que prefiere centrarse en aspectos que estén ligados a su carrera pues ya experimentó suficientes años como atleta. Finalizó deseándole lo mejor al equipo, estando consciente de que ningún jugador es indispensable. “Este equipo va subiendo cada vez más”, concluyó.

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